Siempre he sentido una profunda admiración por las artes marciales tradicionales japonesas y sus más destacadas figuras (Sensei´s). Estas disciplinas, transmitidas de generación en generación, no solo fortalecen el cuerpo, sino que también forjan el carácter, cultivando la paciencia, la disciplina y el respeto hacia uno mismo y los demás. A lo largo de mi camino como practicante, he descubierto cómo estas enseñanzas no solo enriquecen nuestra habilidad en el combate, sino también nuestra forma de vivir y de pensar.
En el Japón feudal, los samuráis no eran solo guerreros diestros, sino personas dedicadas al cultivo de su espíritu. Entendían que, para ser verdaderamente completos, debían equilibrar el dominio de la guerra con el desarrollo de una sensibilidad artística. Esto los llevó a practicar disciplinas como la caligrafía, la ceremonia del té, el arreglo floral (ikebana), el cultivo de bonsáis, el teatro Noh, la poesía y la pintura. Estas actividades no solo enriquecían su vida interior, sino que les permitían encontrar un balance entre la fuerza y la sutileza, entre la precisión del combate y la belleza del arte.
Muchos de estos guerreros se convirtieron en auténticos maestros, no solo en el manejo de la espada o el Jujutsu, sino también en diferentes formas de arte. La armonía entre lo marcial y lo artístico es algo que caracteriza profundamente a las artes tradicionales japonesas. Nos enseñan que no basta con ser físicamente fuerte; debemos también ser capaces de dominar nuestras emociones, ser creativos y, sobre todo, estar en sintonía con el mundo que nos rodea.
Para los practicantes modernos, esta herencia sigue siendo relevante. En cada técnica, en cada kata, no solo aprendemos a defendernos, sino que también conectamos con siglos de tradición que nos invitan a buscar el equilibrio entre la fuerza y la sensibilidad, entre el cuerpo y el espíritu.
Existen varios samuráis históricos que no solo fueron reconocidos por su destreza en la batalla, sino también por sus talentos artísticos, algunos de los más reconocidos y destacados son:
1. Miyamoto Musashi (1584-1645)
- Conocido por: Ser uno de los espadachines más famosos de Japón, autor del tratado sobre el combate "El Libro de los Cinco Anillos" (Go Rin no Sho). - Arte: Musashi también fue un talentoso pintor y calígrafo. Sus obras en tinta, como la famosa pintura de un gorrión "Koboku Meikakuzu," muestran un estilo simple pero lleno de profundidad, en consonancia con sus enseñanzas marciales sobre la simplicidad y el vacío.
2. Hosokawa Tadaoki (1563-1646)
- Conocido por: Un samurái prominente del período Sengoku y un importante líder bajo Oda Nobunaga y Toyotomi Hideyoshi. - Arte: Tadaoki era un apasionado del chanoyu (ceremonia del té), una práctica profundamente asociada con los samuráis, ya que combinaba la estética y la disciplina. También fue aprendiz del famoso maestro del té Sen no Rikyū.
3. Oda Nobunaga (1534-1582)
- Conocido por: Uno de los tres grandes unificadores de Japón, conocido por su brutalidad en la guerra. - Arte: Aunque conocido por su ferocidad, Nobunaga fue un mecenas de las artes y se destacó como músico. Era aficionado al Noh, el teatro clásico japonés, y apoyó su desarrollo como una forma de expresión cultural para la élite samurái.
4. Uesugi Kenshin (1530-1578)
- Conocido por: Un gran daimyo del período Sengoku, célebre por su rivalidad con Takeda Shingen. - Arte: Además de ser un renombrado general, Kenshin era un devoto budista y un poeta. Combinaba la estrategia militar con una búsqueda de la iluminación, y sus composiciones poéticas reflejan su espiritualidad y su visión filosófica de la vida.
5. Date Masamune (1567-1636)
- Conocido por: El "Dragón de un Solo Ojo", un daimyo famoso por su inteligencia y capacidad militar. - Arte: Masamune fue un destacado mecenas de las artes y también participaba en la caligrafía y la poesía. Al igual que muchos otros samuráis, comprendía la importancia de desarrollar su espíritu artístico para mantener el equilibrio entre la guerra y la paz.
6. Takeda Shingen (1521-1573)
- Conocido por: Uno de los daimyo más poderosos del período Sengoku, rival de Uesugi Kenshin. - Arte: Shingen fue un poeta prolífico y muy respetado por su amor por la poesía china y japonesa. También era un gran admirador del Noh y apoyó su desarrollo en su feudo.
7. Yagyū Munenori (1571-1646)
- Conocido por: Maestro de esgrima, fundador de la escuela Yagyū Shinkage-ryū. - Arte: Munenori fue un filósofo y escritor, conocido por su tratado sobre el arte de la espada y la filosofía del zen llamado "Heihō Kadensho". En este texto, explora la conexión entre la espada, la vida cotidiana y la iluminación espiritual.
Estos samuráis fueron ejemplos perfectos de cómo la clase guerrera japonesa no solo se limitaba a la batalla, sino que también se involucraba profundamente en el arte, la filosofía y la espiritualidad. ¡Es un reflejo de la rica dualidad que caracteriza la tradición samurái!
En mi caso, he encontrado ese equilibrio en dos facetas que me apasionan profundamente: la fotografía de naturaleza y la pintura digital. Ambas disciplinas, al igual que las artes marciales, me enseñan a vivir plenamente en el momento presente, a valorar cada instante y a practicar el mindfulness como parte de mi día a día.
A lo largo de este camino, he comprendido que el arte y las artes marciales no están separados, sino que se complementan. En ambos casos, es necesario cultivar la paciencia, la concentración y la capacidad de observar. El acto de crear una imagen, ya sea con una cámara o con un pincel digital, requiere la misma atención y disciplina que perfeccionar una técnica en el dojo.
Me gustaría, desde lo más profundo de mi ser, compartir estas enseñanzas con mis compañeros en este camino marcial. Y en especial, con aquellos que han depositado su confianza en mí como guía, a quienes llamamos discípulos. Que estas lecciones sobre el equilibrio entre el arte y la técnica, la fuerza y la sensibilidad, les sirvan como una brújula en su propio viaje.
Nota: Actualmente trabajo en una serie de 15 cuadros, la temática que se refleja en ellos es la belleza simplicidad y armonía del Bonsái. Dejaré en las imágenes adjuntas una muestra de estas obras.
Les agradezco profundamente la lectura completa de este texto Deseo para todos bueno deseos, salud y muchas bendiciones.